Mnemotecnia teatral, de Ciuró (Castellano)

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La mnemotecncia no es más que el entrenamiento de la agilidad mental. Algo tan básico pero a la vez tan necesario para cualquier rama de la magia, que te encantará su lectura.

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Disfrutarás de la lectura de este magnífico libro, que, aunque introductorio, puede considerarse un tratado completo.
La mnemotecnia, evidentemente, requiere práctica y ensayo. Pero, a diferencia de otras destrezas del ilusionista, se puede practicar en cualquier lugar, casi en cualquier momento. No es del todo aconsejable ponerse a perfeccionar el culebreo mientras se conduce a 120km/h por la autopista, pero uno puede repasar su lista de las ideas fijas sin peligro de empotrarse contra un camión. O transponer los rótulos que va encontrando por el camino.
En la ducha, paseando por la calle, en el autobús o el metro, la mnemotecnia cabe casi en cualquier sitio. No hay accesorio más fácilmente transportable que el propio cerebro.
Aunque este libro se dedica sobre todo a su exhibición espectacular, la mnemotecnia es una herramienta francamente útil en múltiples juegos, sean aquellos que producen efectos mentalistas basándose en secretos mnemotécnicos o, simplemente, todo efecto que requiera el control de cierta información por parte del mago.
El ejemplo más evidente puede ser el de los tests del libro que exigen que el mago lleve, empalmada u disimulada en un gimmick, una lista de palabras. Esa misma lista se puede almacenar en la memoria y prescindir tanto de su evidencia física como de la necesidad de echarle un vistazo.

«Cuando empieces a aprender y aplicar la mnemotecnia, el primero en asombrarse serás tú mismo; la mejor herramienta que puede tener el mentalista es la sabiduría que se lleva en la mente. Hay más magia en tu mente que en todos los catálogos de las tiendas de magia juntos».
Tony Corinda
Los 13 escalones del mentalismo

Conviene dejarlo dicho cuanto antes: la principal baza del mnemotécnico es su imaginación. Después, una cierta dosis de disciplina (no más que la que requiere cualquier otra especialidad mágica) y, claro, otro tanto de ensayo y práctica.
No es tan difícil, ni mucho menos tan pesado como se cree. Es justamente en esa apariencia de pesadez, en la pereza que nos produce al común de los mortales cualquier esfuerzo memorístico, donde radica la fuerza de los efectos de mnemotecnia.
De hecho, como observa Corinda, cuando se emprende su estudio, los resultados son inmediatos y sorprendentes para el propio mago.
Las técnicas mentales y manuales se complementan: un cartomago experto puede preparar las cartas en un orden memorizado mientras las mezcla y corta e insertar así en cualquier punto del programa efectos con ordenación previa que, de otro modo, habría que presentar al principio o después de un cambio de baraja.
Como cualquier otra técnica, multiplica las posibilidades y permite organizar un número basado fundamentalmente en criterios de impacto mágico.
Cuando el mago presenta efectos de mnemotecnia se produce una situación insólita, muy poco frecuente en magia: el secreto es aún más fabuloso que el efecto.
Porque, aunque desde luego los juegos de memoria espectacular tienen un gancho especial (ponen en evidencia los poderes del mago en ese punto difuso entre lo natural y lo sobrenatural en que se encuentra un atributo humano común, la memoria, elevado a la enésima potencia), el punto de vista del mago es aún más maravilloso.
Donde el público ve un memorión sobrehumano capaz de recitar en cualquier orden una larga lista de palabras propuestas por los espectadores sólo unos minutos antes, el mago ve edificios con alas, reyes tocados con bufandas de chorizo, todo un bestiario inabarcable surgido de las leyes de esa suerte de combinatoria surrealista que es la mnemotecnia.

LA OBRA
Mnemotecnia Teatral del P. Ciuró apareció en el mercado mágico en 1959, en una época en la que no había muchas facilidades para encontrar libros de magia. El libro, evidentemente, cubrió un campo que no nos era -y todavía no es- muy conocido.
¿Tiene este libro vigencia e interés aún? La respuesta es: ¡desde luego que sí! La Mnemotecnia sigue siendo una desconocida, y no hay muchos magos que actualmente la practiquen. Si incorporas a tu repertorio efectos de mnemotecnia serás original, y eso es lo que buscan hoy en día los espectadores.
Incluso en la era de la electrónica, los juegos que tienen relación con la mente son muy misteriosos y atrayentes para el gran público.
Este libro ¡tiene doble fondo! Los métodos que aquí se explican te permitirán mostrarte como una persona con una memoria extraordinaria y, además, te servirán para otros juegos en los que tengas que recordar datos… ¡y hasta en tu vida privada!
Si los aprendes, ¡los usarás! No cabe duda.
Puede parecerte un tema árido, pero el Padre Ciuró, como buen pedagogo, lo hace ameno y entretenido. ¡Seguro que te engancha!

  • Introducción por: Alejandro Romero
  • ISBN: 978-84-89749-74-4
  • formato: 17x24cm.
  • Encuadernación: rústica
  • 208 páginas

Marca

Editorial Páginas -

Wenceslao Ciuró -

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